DIA 10

Buenas noches bloggeros.

No se si anoche estuve más blando de lo habitual, pero hoy se han recibido muchos mensajes muy emotivos.

GRACIAS A TODOS POR ESTAR AHÍ.
A los que dejais aquí vuestros comentarios y a los que me los enviáis por correo o por whatsup, la verdad es que esto es más llevadero sintiéndose acompañado.

En fin, al tema.
Hoy hemos operado a los diez pacientes que teníamos programados.

Además a media mañana, nos han avisado por una urgencia extra. En el hospital, además de los dos quirófanos que la Misión ha alquilado para estas dos semanas, hay un tercer quirófano, que de vez en cuando lo utiliza un cirujano del hospital (que es un auténtico carnicero).
Nuestros quirófanos los mantienen limpios (a pesar de sus enormes deficiencias) la gente de la Misión, pero el otro quirófano es como una porqueriza.
Pues hoy el cirujano ha metido a un niño de 14 años que tenía desde hace un mes un bulto en el muslo.
Si hubiese mirado la radiografía habría visto que el niño tenía un osteosarcoma (tumor maligno del fémur), pero pensando que tenía un bultito de pus, le ha metido el bisturí para drenarselo. El tumor ha empezado sangrar a lo bestia, y cuando ha visto que la cosa se le iba de las manos nos ha pedido ayuda.
Ha sido un rato de bastante tensión, porque el niño estaba ya bastante mal, había perdido mucha sangre.
Hemos conseguido detener la hemorragia, y he quedado con Xavier que mañana lo meteremos en nuestro quirófano para intentar limpiar todo lo que podamos.
Ya le hemos dicho a la familia que tiene muy mal pronóstico. Aquí no hay oncología, ni quimioterapias, ni nada de nada, pero no podemos dejar que se muera desangrado así en un hospital.

Os he puesto fotos del quirófano, pero en el hospital, también tenemos dos salas donde los enfermos que operamos se quedan ingresados a pasar la noche, antes del volver a la Misión, y cada mañana ingresan los que vamos a operar ese día.

Esta es una foto de una de las dos salas. En cada una de ellas hay 8 camas. En la puerta hay un patio, donde acampan todas las familias (ahí no puedo hacer fotos, porque a esta gente no les gusta mucho que les hagas fotos).

Obviamente hacemos muchos tipos de cirugías diferentes cada día, infecciones, secuelas de fracturas, deformidades, polio, pero como no hacemos radiografías de control, porque los pacientes no las pueden pagar, no os puedo poner controles de casi nada de lo que hacemos, así que os dejos aquí otras fotos de una pata torcida, que hemos enderezado hoy.

Lo cierto es que cuando pasamos visita, TODOS los pacientes están encantados, y eso es una buena dosis de moral para continuar.

Hoy os hablaré de Fina Sensada.

Fina es la mujer de Fernando Fonseca.

Es la persona con la que contacté para venir a la expedición, y la encargada de organizar un poco la intendencia del viaje. Prepara visados, los billetes de avión, está en contacto con la gente de la Misión para recibir la lista de pacientes que hay que operar y ver un poco las necesidades de material que va a haber y buscarlo por todas partes.

Es muy simpática y quizás demasiado “mística”. Todo le parece maravilloso y extraordinario

Es una fotógrafa estupenda, y el reportaje que está haciendo de la expedición está genial, aunque se empeña en hacerme fotos en quirófano cuando estoy cantando Lagrimas Negras o Se nos rompió el amor, o comiendo bocadillos, y yo le digo que no me gusta.

Seguro que habéis pensado, que qué pasa con los pacientes por la noche en el Hospital si nosotros nos venimos a cenar y dormir a la Misión.

Pues tenemos dos enfermeros: una Sor y un enfermero que los cuidan. La monja está desde las ocho de la mañana a las cuatro de la tarde y el chico de las cuatro de la tarde hasta la mañana siguiente.

Cuando llegamos al hospital, pasamos la visita con los dos, y si están bien los pacientes, los mandamos de vuelta a la Misión.

Os dejo la foto que les he hecho está mañana para que los conozcáis.

Hoy se que el relatos es breve, pero es más tarde de lo habitual.

De todas formas ya os anuncio que han propuesto ir a cenar fuera mañana. A todos nos ha parecido estupendo, porque estamos hartos de comer ensalada y judías verdes.

Tampoco ha sido muy difícil la elección del restaurante, porque sólo hay dos, pero había que reservar con tiempo, porque nos han dicho que sin reserva nos encontraríamos que no habría comida para tantos.

En fin, no os cuento nada nuevo: ESTO ES ÁFRICA

Besos, y os espero mañana.